No hay un lugar específico de culto para el confucianismo. Hay templos públicos donde el incienso puede quemarse como ofrenda, pero no hay servicios religiosos en el sentido tradicional. Sin embargo, se otorga gran importancia a la ceremonia y al ritual dentro de la vida familiar, así como a la comunidad y al gobierno.
Las casas tradicionales tienen alteraciones donde el incienso se quema como ofrenda cada día, y las ocasiones especiales requieren ofrendas como comida para los antepasados. La conexión con los antepasados dicta gran parte de la vida cotidiana en el confucianismo y, en ocasiones especiales, los funcionarios del gobierno realizan rituales para sus comunidades. Muchas personas no consideran que el confucianismo sea una religión real porque no hay dioses ni enseñanzas específicas sobre la vida futura.