La escritura principal del taoísmo es el "Tao Te Ching", que a veces también se llama "Laozi" por su supuesto autor, Lao Tzu. Sin embargo, los taoístas también veneran muchas otras obras, entre ellas el "Zhuangzi" y el "Liezi", escritos por Chuang Tzu y Lieh Tzu respectivamente. El término "tzu" o "zi", se traduce aproximadamente en "maestro".
Según la leyenda, Lao Tzu viajaba fuera de China en el siglo VI a. C. cuando un guardia en la Gran Muralla le pidió que transmitiera su sabiduría durante siglos. El Maestro Lao dictó la totalidad del "Tao Te Ching" a este guardia, y se transmitió a través de la historia. La mayoría de los eruditos taoístas modernos creen que Lao Tzu fue un personaje inventado, y el libro simplemente representa una colección de la sabiduría de los primeros sabios taoístas.
Mientras que el "Tao Te Ching" se considera escritura taoísta, no es venerado en la medida en que lo son los libros sagrados en las religiones occidentales. El libro comienza con una advertencia de que "el Tao que se puede hablar no es el Tao eterno", lo que significa que la sabiduría que se describe en el libro es solo una sombra pálida del verdadero camino. El texto está lleno de dualidad y paradoja, y el chino clásico en el que está escrito el texto original es notoriamente difícil de traducir. Sin signos de puntuación, el traductor puede modificar los significados de pasajes específicos, lo que lleva a muchas versiones diferentes del texto.