La distancia a la que puede viajar el sonido depende del medio por el que debe atravesar la onda de sonido. La velocidad de la onda afecta la distancia que puede recorrer. La temperatura y la presión atmosférica también pueden afectar directamente la distancia que puede cubrir una onda de sonido.
Los cambios en los materiales, la temperatura y la presión del aire pueden acelerar o ralentizar una onda de sonido en movimiento. La distancia que recorre una onda de sonido se puede calcular multiplicando la velocidad del sonido (aproximadamente 345 metros por segundo en condiciones atmosféricas normales a una temperatura de 20 grados centígrados) por el tiempo que tarda una persona en escucharla una vez que el sonido es iniciado.