La ballena azul está siendo protegida de la extinción a través de varios métodos de conservación, como ser incluida en la lista y protegida bajo la Ley de Especies en Riesgo y la Ley de Especies en Peligro de Extinción. Estas leyes protegen a las ballenas azules según el derecho internacional y hacen que sea ilegal matarlas.
Las ballenas no solo están protegidas por la Ley de Especies en Riesgo y la Ley de Especies en Peligro de Extinción, también están protegidas por entidades tales como la Comisión Ballenera Internacional, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies en Peligro Fauna y flora silvestres. Mientras tanto, varias organizaciones sin fines de lucro ayudan a concienciar sobre la difícil situación de la ballena azul, así como a financiar esfuerzos de conservación. Entre estas organizaciones benéficas se encuentran la Sea Shepherd Conservation Society y la organización Save the Whales. Estas organizaciones están tratando de que los legisladores tomen medidas enérgicas contra la caza ilegal de ballenas y la reemplacen con el ecoturismo. Además, según Fisheries and Oceans Canada, se está implementando una estrategia de recuperación para ballenas grandes.
Según la organización Save the Whales, solo 1.200 a 1.700 ballenas azules permanecen en el Pacífico Norte y solo 9.000 permanecen en el hemisferio sur. Esta es una fracción del número que vivió hace unos pocos cientos de años. Tanto la caza ilegal como los cambios ambientales afectan negativamente a estos mamíferos.