El manto de la Tierra tiene un espesor de 2,900 kilómetros (1,802 millas). El manto se encuentra entre el núcleo y la capa exterior de la corteza y consta de cuatro capas: litosfera, astenosfera, manto superior y manto inferior. /p>
El manto de la Tierra se puede discernir desde sus capas de núcleo y corteza midiendo la propagación de las ondas sísmicas que viajan a través de él después de eventos sísmicos como terremotos. Los dispositivos de monitoreo en diferentes partes del planeta permiten a los científicos detectar la llegada de las olas. Comprender cómo viajan las ondas sísmicas a través de diferentes materiales permite que estos datos se utilicen para estudiar el manto. Estas ondas son ondas p que representan el movimiento vertical u ondas s para el movimiento horizontal.