Cuando un vaso sanguíneo, como una vena, revienta, se libera una pequeña cantidad de sangre en el cuerpo, según Healthline. Las venas de ráfaga ocurren por muchas razones, pero la causa más frecuente es una lesión A la zona afectada, que aparece como una contusión.
El tratamiento para un vaso sanguíneo que se rompe, llamado hematoma, depende de la zona afectada del cuerpo. Un hematoma puede causar irritación, dolor, hinchazón o enrojecimiento y puede ser mortal si ocurre en el cerebro. La mayoría de los hematomas se curan sin tratamiento, pero el sangrado puede continuar si el daño es grave o si un vaso sanguíneo continúa goteando. Algunos medicamentos como la aspirina, los esteroides o los anticoagulantes pueden causar un hematoma. El sangrado en la piel, o moretones, puede ser un signo de ciertas enfermedades y afecciones como la leucemia, la meningitis, la faringitis estreptocócica o la sepsis, que es una infección bacteriana que afecta a todo el cuerpo, afirma Healthline.
Los hematomas superficiales se pueden tratar con reposo, hielo, compresión, elevación y, en algunos casos, con calor. El tejido sano se enrojece cuando se aplica presión y luego se vuelve pálido, pero en el lugar de un hematoma, el tejido permanece rojo, según Healthline. El tipo más peligroso de hematoma ocurre dentro del cráneo, porque no hay espacio para la expansión y la inflamación puede causar daño cerebral, afirma Medicinenet.