Cuando el aire frío se encuentra con el aire caliente, se produce el enclavamiento frontal. En el enclavamiento frontal, el aire frío fuerza el aire caliente hacia arriba; el aire cálido luego forma nubes, lo que resulta en lluvia.
Cuando el aire frío y cálido chocan, se produce uno de los cuatro tipos de cuñas frontales: cálido, frío, estacionario u ocluido. Un frente cálido ocurre cuando el aire caliente empuja el aire frío. Estos suelen venir desde el suroeste. Cuando el aire frío expulsa el aire caliente del noroeste, esto se llama un frente frío. Cuando ocurre un frente estacionario, los frentes cálidos y fríos se mueven y se empujan uno contra el otro, pero ninguno logra empujar al otro hacia afuera, lo que resulta en nubes y tormentas.
Un frente ocluido ocurre cuando el aire caliente y el frío se mueven en la misma dirección y uno se acerca al otro. Si el aire frío supera al aire caliente, entonces se considera una oclusión fría. Si sucede lo contrario, se llama oclusión caliente. Los expertos creen que un frente ocluido es una señal de que una tormenta está casi apagada y debilitada.
No todas las colisiones de aire ocurren entre el aire caliente y el frío. En algunos casos, dos masas de aire con la misma temperatura chocan en un proceso llamado convergencia. Cuando esto sucede, ambas masas de aire se elevan y forman nubes.