Los pólipos uterinos son crecimientos en el revestimiento interno del útero, o endometrio, que se adhieren al tejido endometrial, según Cleveland Clinic. Los pólipos generalmente son benignos y varían en tamaño desde tan pequeños Semillas de sésamo del tamaño de una pelota de golf o más grande.
Se desconoce la causa de los pólipos, pero el estrógeno, que hace que el revestimiento del útero se espese cada mes, parece estar relacionado con su desarrollo. Si bien los pólipos no suelen ser cancerosos, pueden interferir con la menstruación o la fertilidad, explica la Clínica Cleveland. Los pólipos son más comunes en mujeres entre 40 y 50 años de edad y en mujeres postmenopáusicas; son raros en mujeres menores de 20 años. Los síntomas de los pólipos uterinos incluyen períodos irregulares; flujo inusualmente pesado; sangrado o manchado entre períodos o después de la menopausia; y la infertilidad.
Los pólipos que no producen síntomas no requieren tratamiento. Si interfieren con la menstruación o el embarazo, los pólipos pueden tratarse con medicamentos para ayudar a regular la producción de hormonas; con una histeroscopia, que implica la inserción de instrumentos quirúrgicos a través de la vagina y el cuello uterino en el útero; o con curretage, que implica raspar las paredes del útero para extirpar los pólipos. Si se prescribe un medicamento, debe continuarse para evitar que los síntomas regresen, señala Cleveland Clinic.