Los nichos se refieren a las diversas adaptaciones que permiten a los cangrejos sobrevivir en sus entornos, y se utilizan para describir los hábitats específicos que habitan los cangrejos, como debajo de las rocas y a lo largo de las costas. Los nichos que ayudan a los cangrejos a sobrevivir incluyen adaptaciones físicas, como garras grandes.
Los cangrejos varían ampliamente en apariencia y tamaño. Esta diferencia entre las especies hace que cada variedad sea más adecuada para vivir en hábitats específicos o nichos ambientales. Los cangrejos comparten algunas características físicas, como ocho patas, dos garras, un par de antenas y ojos que crecen en los tallos. La mayoría tiene conchas duras, que los protegen de los daños. Los cangrejos ermitaños, sin embargo, son la excepción: estos organismos arrojan sus conchas duras en las playas a medida que se transforman en adultos, que sirven como señuelos para atraer a los depredadores mientras dejan que los cangrejos ermitaños recorran la costa sin ser molestados.
Muchos cangrejos viven en el agua y en la tierra y tienen características físicas para adaptarse a ambos estilos de vida. Usan sus piernas para gatear y nadar, mientras que sus garras ayudan a volcar rocas y a agarrar presas y sirven como paletas para ayudarlas a moverse a través del agua. Según la Universidad de Wisconsin, los cangrejos tienen varios nichos en sus larvas, juveniles y adultos para ayudarlos a encontrar e ingerir alimentos, así como a completar sus estadios de metamorfosis.