El pollo crudo es seguro para los perros. Muchas personas alimentan pollo crudo como un componente importante de la dieta de sus perros. El sistema digestivo de los perros está diseñado para manejar alimentos crudos cargados de bacterias.
Los estudios nunca han documentado el caso de un perro que se enfermó por la salmonela. Sin embargo, se descubrió que el 30 por ciento de los perros alimentados con pollo crudo arrojaban salmonela en sus heces, lo que sugiere que los humanos necesitan ejercer estrictas precauciones higiénicas al manipular las heces de perros alimentados con pollo crudo. Por supuesto, las personas también deben ejercer estrictas precauciones higiénicas al manipular el pollo crudo, ya sea para cocinar o para alimentar a los perros. Las superficies y las manos deben lavarse a fondo.