Los halógenos incluyen los elementos cloro, bromo y yodo, que forman el Grupo 7 en la tabla periódica de elementos. Los halógenos varían en tamaño, peso y otras características físicas, pero comparten varias características comunes. Todos los halógenos son diatómicos, lo que significa que aparecen como moléculas y tienen pares de átomos.
Los halógenos tienen diferentes propiedades físicas, que los refinan en subgrupos y categorías. Todos los halógenos tienen puntos de fusión y puntos de ebullición, que son las temperaturas a las que se transforman en líquidos y vapores o gases, respectivamente. Los puntos de fusión y los puntos de ebullición son características comunes entre todos los no metales y varían entre los halógenos. En este grupo, el flúor tiene el punto de fusión más bajo y los puntos de ebullición más altos. Los halógenos también varían en estado físico a temperatura ambiente. Algunos, como el flúor y el cloro, existen en estado gaseoso a temperatura ambiente, mientras que el bromo aparece como un líquido, y el yodo y el astato toman la forma de sólidos. El color y la forma también varían entre los halógenos: en la disposición del Grupo 7 en la tabla periódica, los halógenos se vuelven más oscuros en la línea de organización. El flúor es de color amarillo pálido y pastel, mientras que el cloro es amarillo o verde lima. El bromo aparece como marrón rojizo o cereza, mientras que los cristales de yodo son los más oscuros de todos, y adquieren tonalidades de púrpura real. Por último, todos los halógenos tienen propiedades predecibles, que varían según el elemento.