El Departamento de Asuntos de Veteranos, o VA, clasifica los efectos del trastorno de estrés postraumático, o PTSD, usando una escala especial; Una calificación de cero por ciento se asigna a enfermedades mentales que tienen un impacto mínimo en el funcionamiento social, explica Nolo. En contraste, a los individuos completamente disfuncionales se les otorga una calificación del 100 por ciento.
La clasificación más baja, cero por ciento, se asigna a personas con síntomas de TEPT tan leves que el tratamiento regular no es necesario y el funcionamiento social no se ve afectado, afirma Nolo. Tales individuos no son elegibles para pagos, pero pueden calificar para ciertos beneficios. Se otorga una calificación del 10 por ciento a los síntomas de enfermedad mental que se pueden manejar con éxito con medicamentos regulares y aquellos que afectan la función social solo en situaciones de estrés extremo.
El VA asigna una calificación del 30 por ciento a aquellos que ocasionalmente sufren discapacidades sociales o laborales pero que generalmente son capaces de comunicarse y cuidarse a sí mismos, aconseja Nolo. Una calificación del 50 por ciento indica que una persona no es confiable debido a un juicio deficiente, un estado emocional inestable, una memoria deteriorada y una comprensión deficiente. Estas personas también pueden sufrir frecuentes ataques de pánico.
Se asigna una calificación del 70 por ciento a aquellos que tienen pensamientos suicidas, lenguaje ilógico, hábitos obsesivos y un funcionamiento social considerablemente deteriorado, explica Nolo. Una calificación del 100 por ciento es una señal de que la persona afectada no puede funcionar socialmente, sufre de alucinaciones persistentes y confusión extrema, y no puede recordar información elemental como los nombres de los miembros de la familia.