El papel del bazo es destruir los glóbulos rojos agotados del torrente sanguíneo, mientras que la médula es un lugar esencial en el cuerpo donde se desarrollan las células sanguíneas. La sangre se produce en la médula ósea. Una vez que se produce la sangre, fluye por todo el cuerpo.
Todas las células del sistema inmunológico provienen de la médula ósea. Las células se forman a través de la hematopoyesis; durante este proceso, las células se dividen en células maduras del sistema inmunológico o en células prematuras que viajan más allá de la médula ósea para continuar creciendo.
El bazo es un órgano esencial que filtra la sangre. El bazo está formado por células T, células B, células dendríticas, macrófagos y glóbulos rojos. Además de eliminar los antígenos (materiales extraños) de la sangre, el bazo inicia una respuesta inmune para combatir infecciones. El bazo es, esencialmente, un centro de comando inmunológico. Durante las épocas de infección, las células B del bazo se activan y producen enormes cantidades de anticuerpos. Además de estos procesos, el bazo también destruye los glóbulos rojos viejos.
Las funciones del bazo y la médula son esenciales para comprender la función del sistema inmunológico del cuerpo. Las células del sistema inmunológico son capaces de matar parásitos, células tumorales, bacterias y células infectadas por virus.