Los factores ambientales se refieren a cualquier elemento que pueda generar cambios en un entorno existente. Esto incluye factores humanos como la basura que no se biodegrada, así como fuerzas naturales como el clima. Una cosa que siempre es cierta sobre el medio ambiente es que siempre está en el estado de cambio. Algunos de estos cambios son fáciles de ver, como una avalancha que ocurre en la ladera de una montaña como resultado de la actividad de construcción de tráfico, mientras que otros son menos obvios, como la arena que finalmente se convierte en arenisca.
El agua es una de las fuerzas naturales más inexorables. Con el paso del tiempo, los ríos han arrancado características tan inmensas como el Gran Cañón, y las olas desde el océano muelen a lo largo del tiempo, dejando atrás playas con conchas y rocas más pequeñas. Cuando el agua se congela en huecos, los acantilados se rompen en rocas y luego las piedras se convierten en piedras más pequeñas.
El viento es otra fuerza que es difícil de evitar. Sopla sobre los árboles, pero también permite que las plántulas se extiendan en su ecosistema, dándoles espacio para encontrar un lugar para crecer. El fuego se comporta de manera similar, a medida que las tormentas eléctricas diluyen los bosques, creando un nuevo espacio para las plantas de semillero.
Cuando los humanos ingresan a un ambiente, crean una gran cantidad de factores ambientales, pero uno de los factores más irónicos ocurre cuando las personas alimentan a los animales con comida humana. Esto crea una sensación de dependencia y perjudica la capacidad de los animales para alimentarse por sí mismos.