Los niveles elevados de fosfatasa alcalina, o ALP, pueden indicar problemas hepáticos, como cirrosis, hepatitis, cálculos biliares o cáncer de hígado, o problemas óseos, como cáncer de huesos, raquitismo, osteomalaica o enfermedad de Paget. En casos raros, los niveles elevados de ALP indican mononucleosis, cáncer de riñón, insuficiencia cardíaca o una infección de la sangre, según lo declarado por Healthline.
Los niveles normales de ALP para un adulto son generalmente entre 25 y 100 unidades de fosfatasa alcalina por litro de sangre, y los niveles normales para un niño pueden alcanzar hasta 350 unidades por litro, según lo informado por Cigna. Los niveles normales de ALP varían de una persona a otra y de un laboratorio a otro, y los valores fuera del rango estándar no necesariamente indican un problema de salud grave. Las mujeres experimentan un aumento natural en los niveles de ALP durante el tercer trimestre del embarazo, ya que la placenta produce fosfatasa alcalina. Además, los niveles de ALP aumentan naturalmente como parte del proceso de curación de las fracturas óseas.
Ciertos medicamentos pueden afectar los resultados de las pruebas de ALP, incluidos los medicamentos orales para la diabetes, las píldoras anticonceptivas, algunos antibióticos y la aspirina, afirma Cigna. Es importante que los pacientes informen a sus médicos de todos los medicamentos que toman actualmente antes de la prueba, informa Healthline. El consumo excesivo de alcohol también puede distorsionar los resultados de las pruebas de ALP, señala Cigna.