Todos los procesos biológicos se ven afectados por la temperatura. En la mayoría de los casos, un aumento de la temperatura provoca un aumento correspondiente en la velocidad de una reacción.
Las plantas y los animales usan enzimas para acelerar las reacciones químicas. Las enzimas son muy sensibles a los cambios de temperatura, por lo que cualquier proceso que involucre una enzima se ve afectado por un cambio en la temperatura. Los expertos de Worthington Biochemical Corporation dicen que un aumento de temperatura de 10 grados centígrados a menudo aumenta la actividad de la enzima en un 50 a 100 por ciento. Incluso pequeños cambios de temperatura aumentan la actividad de muchas enzimas. A la inversa, algunas enzimas dejan de funcionar si se congelan.
La temperatura también afecta la respiración celular, que es un método para producir energía. Durante uno de los pasos de la respiración celular, la glucosa se convierte en piruvato. Este proceso de 10 pasos no sería posible sin varias enzimas específicas. Debido a que estas enzimas se ven afectadas por la temperatura, los cambios de temperatura también afectan la velocidad de la respiración celular.