Los británicos y los aliados fueron los primeros en emplear aviones en combate durante la Primera Guerra Mundial. Los aviones fueron especialmente útiles para proporcionar reconocimiento. La información obtenida de los primeros vuelos proporcionó información que permitió a los Aliados detener la invasión alemana de Francia.
Antes de la guerra, muchos oficiales militares se mostraron escépticos acerca de la utilidad de los aviones en combate, aunque las opiniones cambiaron rápidamente. Además del reconocimiento, estos primeros aviones estaban equipados con ametralladoras y bombas pequeñas, y en ocasiones se usaban para entregar armas químicas. Los alemanes confiaban en gran medida en las aeronaves Zeppelin para el reconocimiento aéreo y los bombardeos. Los desarrollos realizados en la Primera Guerra Mundial fueron cruciales para el avance de la aviación.