Hay algunas especies naturales de peces de agua dulce que brillan intensamente. Un ejemplo es la anguila verde de agua dulce japonesa, que contiene una proteína fluorescente en su cuerpo que hace que se ilumine de color verde.
Los peces de agua dulce que se compran en una tienda de mascotas están diseñados genéticamente para brillar, y muchas especies de peces están disponibles con bioluminiscencia agregada. La bioluminiscencia es la luz natural producida por las reacciones químicas que ocurren dentro del organismo y es la fuente de luz primaria en las aguas oscuras. La bioluminiscencia es de poco beneficio para los peces que se encuentran en el agua dulce debido a las condiciones del agua a menudo turbias. Los hábitats de agua dulce no son tan antiguos como los de agua salada, y la luminiscencia no se ha desarrollado como una parte necesaria de la biología. Sin embargo, hay muchas criaturas que utilizan la bioluminiscencia en el océano, incluyendo bacterias, algas unicelulares, calamares y peces. En la naturaleza, la bioluminiscencia protege a los animales de los depredadores y los ayuda a localizar presas y atraer parejas. También ilumina el camino en las profundidades oscuras del océano.
Otra criatura de agua dulce que brilla en la oscuridad es la latia neritoides, un pequeño caracol parecido a una lapa que solo se encuentra en los arroyos de Nueva Zelanda. Los científicos han estado estudiando este animal desde 1968, pero su sistema único para producir bioluminiscencia aún no está claro.