Las personas con una sensibilidad a los sulfitos o una alergia al sulfito deben evitar los productos que contengan los siguientes ingredientes: dióxido de azufre, bisulfito de potasio, metabisulfito de potasio, bisulfito de sodio, metabisulfito de sodio o sulfito de sodio, según WebMD. Estos se encuentran a menudo en alimentos procesados o cocidos, así como en el vino y la cerveza.
Los sulfitos se usan comúnmente como aditivos en el proceso de conservación de muchos productos alimenticios conservados o secos. Los sulfitos también ocurren naturalmente durante el proceso de fermentación de la cerveza y el vino. Una alergia al sulfito puede ocurrir en cualquier momento de la vida de una persona y puede ir de leve a severa.
El uso del conservante aumentó en los años 70 y 80, lo que se correlacionó con un aumento de las reacciones adversas al sulfito, dice la Clínica Cleveland. En 1986, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) prohibió el uso de sulfitos en frutas y verduras frescas, aunque algunos sulfitos todavía se usan en papas.
Algunos medicamentos hechos con sulfitos, o sulfonamidas, pueden causar una reacción alérgica, dice The Mayo Clinic. Estos medicamentos incluyen sulfametoxazol-trimetoprim, eritromicina-sulfisoxazol, sulfasalazina y dapsona, entre otros.
Los sulfitos se han relacionado con la presentación de síntomas asmáticos en una persona alérgica, según la Clínica Cleveland. Aquellos que experimentan síntomas asmáticos, como sibilancias, a menudo lo hacen como resultado de aspirar el químico mientras comen alimentos contaminados con sulfitos.
