La sudoración excesiva, también llamada hiperhidrosis, puede ser causada por una variedad de afecciones, como diabetes, leucemia, menopausia, obesidad, estrés, tuberculosis y ansiedad, de acuerdo con la Clínica Mayo. Ciertas situaciones también inducen sudoración intensa, como temperaturas cálidas, medicamentos recetados o actividad física rigurosa.
Hay dos tipos de hiperhidrosis, hiperhidrosis focal primaria e hiperhidrosis general secundaria. La hiperhidrosis focal primaria es la forma más común, que afecta a entre el 1 y el 3 por ciento de la población estadounidense. Los síntomas incluyen sudoración excesiva que se limita a ciertas partes del cuerpo, como las manos o los pies. Las personas afectadas por él son generalmente sanas, de lo contrario, afirma WebMD.
La hiperhidrosis general secundaria es menos común que la hiperhidrosis focal primaria, pero es mucho más grave desde el punto de vista médico, según WebMD. El síntoma más común es la sudoración nocturna intensa en todo el cuerpo, y siempre es causada por otra afección subyacente, como insuficiencia cardíaca, problemas de tiroides o cáncer.
Para quienes sufren de sudoración excesiva, existen varias opciones de tratamiento. La toxina botulínica, o Botox, las inyecciones están aprobadas por la FDA para el tratamiento de la hiperhidrosis en las axilas, según la Escuela de Medicina de Harvard. Un procedimiento llamado iontoforesis consiste en sumergir las manos o los pies en una tina de agua tibia, luego correr una corriente eléctrica suave en el agua, bloqueando temporalmente las glándulas sudoríparas. En los casos más graves, se puede realizar una cirugía para cortar o extirpar los nervios simpáticos de las glándulas sudoríparas. Este procedimiento se llama simpatectomía.