El sistema límbico juega un papel importante en la emoción y la formación de recuerdos. Varias estructuras comprenden el sistema límbico, incluyendo el hipocampo, el hipotálamo y la amígdala.
El hipocampo desempeña un papel vital en la conversión de la memoria a corto plazo en memorias duraderas a largo plazo. Sin un hipocampo funcional, la retención de memoria normal no es posible. Dos masas de neuronas cercanas, llamadas amígdalas, son responsables de los comportamientos relacionados con la agresión, el miedo y los estímulos sexuales.
El hipotálamo afecta a una amplia variedad de condiciones, como el hambre, la sed, el dolor y el placer. También juega un papel en la regulación de la presión arterial, el pulso y la respiración. En general, el hipotálamo es una de las partes más importantes del cerebro para controlar la homeostasis o la capacidad del cuerpo para mantener el funcionamiento normal.
Otras áreas cercanas al sistema límbico afectan y son afectadas por él. La corteza prefrontal, una parte del lóbulo frontal, es especialmente importante en la toma de decisiones y el control de los impulsos y es una de las últimas áreas del cerebro en desarrollarse completamente. Los ganglios basales desempeñan un papel en la atención y en los comportamientos repetitivos. El giro cingulado, parte del cerebelo, ayuda con la memoria asociativa, especialmente en lo que se refiere a la emoción. El área ventral tegmental y sus vías de dopamina están estrechamente relacionadas con la experiencia del placer.