Durante la Primera Guerra Mundial, el término "movilización" se refería a reunir tropas y suministros y estar listos para la guerra. Rusia utilizó este término por primera vez en un contexto militar a partir de la década de 1850 cuando se referían a su ejército listo.
En 1914, los enemigos de un país vieron la movilización militar como un acto de guerra. Los intrincados planes de movilización jugaron un papel en el inicio de la Primera Guerra Mundial debido a esta costumbre general y la ley de guerra. Durante el período previo a la Primera Guerra Mundial, las Grandes Potencias no tenían suficientes hombres en servicio activo para ganar una guerra. Cuando llegó el momento de la guerra, movilizaron a hombres para el servicio militar obligatorio para obtener esta mano de obra.
