En el más común de los dos métodos de litotricia, el paciente puede recibir anestesia para minimizar las molestias antes de recostarse sobre un cojín suave a través del cual pasan las ondas de choque o de sonido, según la National Kidney Foundation. Se necesitan entre 1.000 y 2.000 ondas de choque para aplastar los cálculos renales, y el procedimiento dura entre 45 y 60 minutos. La mayoría de los pacientes son hospitalizados durante uno o dos días, pero a veces la litotricia se realiza como un procedimiento ambulatorio.
En el método menos común, el procedimiento de litotricia se realiza con el paciente acostado en una bañera de agua tibia, mientras que se utilizan rayos X o ultrasonido para determinar la ubicación exacta del cálculo renal. En ambos métodos, las ondas sonoras de alta energía rompen la piedra en pequeños pedazos, generalmente más pequeños que los granos de arena, y la piedra rota atraviesa el cuerpo y se expulsa con la orina. Ambos métodos de litotricia son no invasivos o extracorpóreos, lo que significa que el procedimiento se realiza fuera del cuerpo, afirma MedlinePlus.
La preparación para el procedimiento incluye tomar antibióticos para reducir cualquier riesgo de infección y medicamentos para el dolor para reducir el malestar. A discreción del médico tratante, se puede administrar anestesia local o general para reducir aún más las molestias o para permitir que el paciente duerma durante el procedimiento. Si el paciente está despierto, puede experimentar una leve sensación de golpeteo.
Después del procedimiento, los pacientes permanecen en la sala de recuperación durante dos horas. Una vez liberados, reciben un filtro de orina para atrapar las partes rotas de la piedra a medida que pasan. El médico tratante aconseja a los pacientes sobre cualquier preparación adicional necesaria para su procedimiento. Es importante seguir estas instrucciones.