Una tormenta eléctrica es una tormenta con fuertes lluvias acompañadas de viento, truenos y relámpagos. Estas tormentas se producen cuando el aire húmedo y cerca del suelo se calienta y se eleva para formar nubes cumulonimbus que producen precipitaciones . Las cargas eléctricas se desarrollan cerca de la parte inferior de las nubes, lo que resulta en descargas de rayos.
Las tormentas eléctricas a menudo son causadas por cambios extremos de temperatura que pueden ser provocados por incendios forestales o erupciones volcánicas. Ocurren con más frecuencia en las regiones ecuatoriales en comparación con las regiones polares.
Cada tormenta eléctrica se considera peligrosa ya que una tormenta produce rayos. Durante 2010, se registraron 182 heridos y 29 muertes en los Estados Unidos debido a un rayo. La mayoría de las víctimas de los rayos sobreviven, sin embargo, a menudo reportan varios síntomas debilitantes.
Otros peligros asociados con tormentas eléctricas incluyen inundaciones repentinas, granizo, vientos fuertes y tornados. Las inundaciones repentinas son un peligro asociado a una tormenta que causa más muertes al año que cualquier otro tipo de tormenta en los Estados Unidos.
Las tormentas secas están relacionadas con tormentas con gotas de lluvia que se evaporan antes de que puedan llegar al suelo. Estas tormentas son un peligro de incendio, ya que son responsables de provocar incendios forestales cuando los rayos caen sobre el suelo seco.
Una vez que haya pasado una tormenta eléctrica, los individuos deben mantenerse alejados de las áreas que se hayan dañado por la tormenta, y revisar las estaciones de radio o televisión locales para obtener instrucciones e información actualizada sobre cierres de carreteras o áreas peligrosas.
