Una botella de spray llena de agua es un remedio casero simple para mantener a los gatos fuera de los muebles. El chorro rápido de agua es suficiente para enseñar al gato y es seguro y efectivo.
También hay tratamientos de muebles que se pueden hacer para disuadir a los gatos. Una solución de aceite esencial de una parte a tres partes de agua se puede rociar sobre los muebles. Los aceites esenciales como la menta, la citronela, la lavanda y la hierba de limón son repelentes naturales para gatos. Es importante rociar una pequeña cantidad sobre el tejido de los muebles antes de cubrir toda la pieza para asegurarse de que no dañe la tapicería.
El uso de cinta de doble cara en las áreas problemáticas también mantiene alejados a los gatos. Los gatos aprenden rápidamente de la sensación de la cinta en sus patas. Este método no es el más atractivo a la vista, pero brinda cobertura continua mientras los dueños de mascotas no están. Debido a que los gatos son expertos en encontrar su camino alrededor de los obstáculos, el método de cinta de doble cara puede usarse de manera efectiva para construir una barrera completa alrededor de los muebles. La cinta se puede utilizar en prácticamente cualquier superficie y en una variedad de formas creativas. El papel de aluminio y el papel de lija también funcionan en un método similar, pero no se quedan en su lugar como lo hace la cinta.