Un quiste ovárico septado tiene algunas áreas sólidas llamadas tabiques en su interior, según Johns Hopkins Medicine. La presencia de estas áreas sólidas agrega complejidad a los quistes ováricos y es una razón para considerar la extirpación quirúrgica como opuesta. a observación continuada.
Cuando se trata de cáncer de ovario en etapa temprana, los síntomas no son específicos, afirma Johns Hopkins Medicine. Muchas condiciones que no son cáncer producen síntomas que se asemejan a los síntomas del cáncer, lo que causa una posible confusión y un diagnóstico erróneo. Cuando hay quistes ováricos, es necesario un control regular para evitar que el cáncer se desarrolle o llegue a una etapa avanzada. Cuando los quistes permanecen estables en tamaño o se reducen, y otros síntomas de cáncer desaparecen, la observación sola es suficiente. Sin embargo, el crecimiento en el quiste, el desarrollo de tabiques o la agravación de los síntomas son todos causa de cirugía.
Si el paciente y el médico deciden que la extirpación quirúrgica es la mejor opción para un quiste ovárico septado, el procedimiento realizado por un oncólogo ginecológico es la opción ideal, explica Johns Hopkins Medicine. Si eso es imposible, la siguiente mejor opción es tener a ese especialista disponible para ayudar si el cáncer de ovario se convierte en el diagnóstico como resultado de la cirugía. Tener el procedimiento en una instalación que realiza un gran volumen de procedimientos de cáncer de ovario produce un período de supervivencia promedio más largo en comparación con un centro que solo maneja una pequeña cantidad de estos procedimientos.