En química, se produce un cambio físico cuando la materia se altera sin modificar su composición molecular básica. Algunos ejemplos de cambios físicos incluyen hervir o congelar agua, cortar madera, derretir oro o disolver sal en el agua.
La materia se define en la ciencia como cualquier cosa que ocupa espacio y tiene masa. Generalmente se observa e identifica a través de sus características inherentes, que se clasifican en dos categorías: propiedades físicas y químicas. Los cambios físicos en la materia están estrechamente relacionados con sus propiedades físicas, tales como textura, tamaño, forma, olor, densidad, solubilidad, punto de ebullición, punto de congelación y polaridad. La materia que ha sufrido un cambio físico no forma una nueva sustancia. Solo se modifica a través de una o varias de sus propiedades físicas.