La terapia de acción, también llamada terapia orientada a la acción, es una forma de psicoterapia que se enfoca en soluciones prácticas para los problemas de salud mental. La terapia cognitivo-conductual es una de las formas más utilizadas de terapia de acción. .
La terapia de perspicacia es el otro tipo general de terapia. Los defensores de la terapia de la intuición creen que muchas de las causas de la angustia psicológica son inconscientes y están arraigadas en la primera infancia, por lo que los pacientes primero deben conocer mejor esas causas subyacentes para curarse. Una de las primeras formas de terapia de visión fue desarrollada por Sigmund Freud, quien utilizó el psicoanálisis y el análisis de los sueños para tratar a los pacientes.
Los defensores de la terapia de acción a menudo creen que las soluciones prácticas son el aspecto más importante del tratamiento psicológico. Se centran en enseñar a los pacientes habilidades de afrontamiento para ayudarles a manejar la vida cotidiana y evitar patrones de pensamiento dañinos. En la terapia cognitivo-conductual, por ejemplo, los pacientes aprenden cómo identificar las distorsiones cognitivas que causan o exacerban su enfermedad mental y cómo reemplazar esas creencias dañinas con otras positivas. La terapia interpersonal y de ritmo social es otro tipo de terapia de acción. La terapia interpersonal y de ritmo social ayuda a los pacientes a aprender a controlar sus estados de ánimo mediante la creación de rutinas diarias y estructuras de apoyo que contribuyen a un estado mental estable.
Los profesionales de la terapia de acción a menudo enfatizan la evidencia científica al desarrollar un plan de tratamiento. La terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser eficaz para varias enfermedades mentales.