La teoría atómica de Bohr sugiere que los átomos tienen un núcleo cargado positivamente que es orbitado por electrones que se mueven en círculos. Estos electrones se mueven en niveles orbitales específicos y distintos. Esta teoría se ha vuelto obsoleta pero ha tenido un impacto duradero en la comprensión de la estructura atómica y la física cuántica.
La teoría cuántica afirma que la energía solo se puede transferir en cantidades determinadas. Bohr utilizó este concepto mientras presentaba su hipótesis. Bohr sugirió que los electrones pueden moverse y transferirse, pero solo pueden hacerlo en ciertas órbitas específicas. Este modelo del átomo y sus partículas subatómicas a menudo se compara con el sistema solar con las fuerzas electrostáticas del átomo que actúan como fuerza atractiva en lugar de la gravedad. El modelo de Bohr fue una modificación de la teoría prevaleciente en ese momento, el modelo de Rutherford del átomo, que sugería un núcleo denso y positivo pero no incluía las múltiples órbitas específicas de Bohr.
El modelo de Bohr ha sido refinado y mejorado desde que fue concebido originalmente. Finalmente, el físico Arnold Sommerfeld creó el modelo de partículas subatómicas de Bohr-Sommerfeld, lo que sugiere que las órbitas de los electrones son elípticas y no circulares. Sin embargo, este modelo también tuvo varias inconsistencias. La teoría atómica de Bohr y su modelo de partículas subatómicas han sido reemplazados en gran parte por la moderna teoría de la mecánica cuántica en el mundo académico.