Un vaso de té dulce con mucha azúcar es un ejemplo de una solución saturada. Una solución se satura cuando el líquido ya no puede disolver más soluto porque ya contiene tanto soluto como puede contener.
Una solución saturada hecha de un vaso de té dulce es un ejemplo fácil de reproducir. El té es el solvente y el azúcar es el soluto. Uno comienza agregando azúcar al té hasta que el líquido esté turbio y el azúcar comience a asentarse en el fondo del vaso. Esto produce una solución saturada, ya que el té ya no puede disolver más azúcar. Es más fácil hacer esto con té helado, ya que se puede disolver más azúcar en un líquido caliente que en un líquido frío. También se puede hacer una solución saturada de sal y agua, agregando sal al agua hasta que ya no se disuelva y se asiente en el fondo del vaso.