Los vapores de plástico pueden ser extremadamente dañinos si se inhalan, y los estudios demuestran que la probabilidad de desarrollar cáncer aumenta considerablemente con la exposición a los humos de plástico. Combustión de plástico, según Eureka Recycling.
Las mujeres que trabajan alrededor de los humos de plástico tienen un 400 por ciento más de probabilidades de desarrollar cáncer de mama, según lo informado por Global News. El estudio al que se hace referencia en Environmental Health muestra que las sustancias químicas disruptoras endocrinas que contribuyen al crecimiento del cáncer se encuentran en los humos del plástico quemado.
Cuando se incinera el plástico, libera metales y humos básicos a la atmósfera que se sabe que transportan dioxinas causantes de cáncer, según Eureka Recycling. Estas dioxinas pueden entrar al aire, así como contaminar el suelo y los alimentos. Las dioxinas están clasificadas como tóxicas y pueden provocar enfisema, cáncer y defectos de nacimiento, e incluso a niveles muy bajos, las dioxinas pueden causar daños graves en el sistema inmunológico.
Además de los efectos directos sobre la salud, la quema del plástico produce cambios ambientales a largo plazo que afectan la salud humana, de acuerdo con la Alianza Global para Alternativas de Incineradores. Las emisiones de efecto invernadero excesivas se crean cuando se incinera el plástico, y el proceso de formación de gases de efecto invernadero contribuye en gran medida al calentamiento global.
