La ósmosis inversa se produce cuando el agua concentrada se empuja a través de una membrana para producir agua dulce en el otro lado, de acuerdo con la sección de química de About.com. La ósmosis inversa permite que las moléculas de agua pasen de las soluciones concentradas para producir agua dulce, y mantiene a raya a las partículas extrañas.
La ósmosis inversa produce energía, trata las aguas residuales y recicla líquidos. Este sistema se utiliza en filtración residencial y comercial. El proceso desaliniza el agua y convierte el agua de mar en agua potable. Por ejemplo, la presión empuja las moléculas de agua a través de la membrana, pero las partículas de sal son demasiado grandes para pasar a través de la filtración, y esto resulta en agua potable en el otro lado.
La ósmosis inversa filtra otras impurezas en el agua, como la fluoración excesiva y los depósitos químicos. La membrana permite la filtración de moléculas de agua, pero no de moléculas e iones más grandes. Otros líquidos, como el etanol, pueden pasar por el mismo proceso de ósmosis inversa que el agua. Las industrias del vino, lácteos y jarabe de arce también aprovechan la ósmosis inversa.
La ósmosis inversa también se está considerando como una solución para abordar la sobrepoblación y el calentamiento global. Las principales desventajas de la ósmosis inversa son que los sistemas más grandes de las plantas acuáticas pueden atrapar peces, y los sistemas de filtración tienden a albergar bacterias. Los sistemas de ósmosis inversa son proyectos costosos para comenzar, especialmente para los países en desarrollo.