Los testigos de Jehová se atribuyen a un sistema de creencias que requiere abstenerse de la sangre, incluidas las transfusiones, pero no prohíbe el contacto mínimo, como el contacto exterior con la sangre menstrual o las mujeres que menstrúan. Las creencias y prácticas personales varían según la individual, pero muchas parejas que pertenecen a la religión de los testigos de Jehová se abstienen de tener contacto sexual durante el período menstrual de una mujer, aunque el acto se considera un área gris bíblica.
El libro de Levítico del Antiguo Testamento se refiere a las mujeres menstruando como impuras, que prohíben el contacto de cualquier tipo con mujeres menstruantes, incluidas las relaciones sexuales y el contacto con cualquier cosa que hayan permanecido sentada durante una semana alrededor de la menstruación. Sin embargo, los seguidores modernos de la religión no siguen esta escritura a la letra porque no se hace referencia tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
El tabú de la sangre de la religión se traslada a la menstruación, lo que alienta el uso de métodos anticonceptivos hormonales para que las mujeres supriman los períodos mensuales.
Por otra parte, las creencias de los testigos de Jehová contra la ingesta o la aceptación de sangre en el cuerpo por medio de una transfusión se mencionan en ambas secciones de la Biblia. El libro de Hechos del Nuevo Testamento exige expresamente abstenerse de la sangre. Debido a esto, la abstención de la sangre se consolida en los inquilinos de la religión, mientras que los tabúes menstruales específicos no lo son.