Las observaciones objetivas son observaciones que implican observar a los demás de manera imparcial y sin asociar estereotipos. Las observaciones objetivas implican estudiar y observar a las personas para ver sus comportamientos y acciones en diversas situaciones, sin asociar etiquetas y estereotipos esa gente. Las personas hacen observaciones objetivas todos los días, como los padres que cuidan a sus hijos.
El propósito principal de las observaciones objetivas es estudiar los comportamientos e interacciones de los demás sin tener en cuenta los motivos intrínsecos de los comportamientos, como el género y la raza. Los observadores objetivos se esfuerzan por eliminar el sesgo de sus observaciones. El sesgo es una noción o creencia preconcebida sobre individuos o grupos basada en la raza, la cultura, la afiliación religiosa y el estatus socioeconómico. Mantener los estereotipos en contra de otros impide la observación objetiva verdadera, ya que inyecta opiniones y puntos de vista personales en la situación o escena observada. Otro objetivo principal de la observación objetiva es evitar agregar etiquetas negativas a los individuos. El etiquetado negativo implica asociar ciertos estados de ánimo y comportamientos a otros. Un padre, por ejemplo, podría considerar a un niño como "malhumorado", "travieso" o "bueno". Poner una etiqueta en el niño influye en las percepciones de los padres sobre sus hijos, y reduce su probabilidad de poder hacer observaciones sin asumir que los niños se están comportando debido a ciertas características personales.