Las bacterias que son capaces de impulsarse hacia sí mismas, así como cambiar de dirección, se denominan bacterias móviles. Esta capacidad permite a las bacterias huir de los depredadores, moverse hacia los nutrientes y reaccionar a los cambios en su entorno. La motilidad bacteriana es importante tanto para la colonización de la raíz como para el comportamiento quimiotáctico y la supervivencia. Al describir el movimiento de las bacterias, los científicos a menudo también usan las palabras motilidad y locomoción.
Motilidad flagelar
Una forma en que las bacterias móviles se mueven es mediante el uso de estructuras llamadas flagelos, que están unidas a las bacterias. Esto se llama movimiento flagelar. Los flagelos son estructuras rígidas que sobresalen de la superficie de la bacteria. Las flagellas se mueven como motores en sentido horario y antihorario, propulsando las bacterias.
Motilidad deslizante
El tercer tipo de motilidad de la que son capaces las bacterias se llama motilidad deslizante. El método exacto de movimiento mediante bacterias deslizantes es desconocido, ya que no contienen estructuras de tipo flagelo en su interior o exterior. Sin embargo, se sabe que secretan un limo para permitir este proceso, similar a la forma en que un caracol deja un rastro de limo cuando viaja.
Identificando las bacterias motiles
La motilidad bacteriana se puede detectar con un microscopio. Al examinar el movimiento, existe el riesgo de detectar movimientos falsos. El movimiento falso suele ser el resultado de corrientes de aire o partículas de medio líquido. Las bacterias que realmente se están moviendo muestran una acción propulsora en una dirección definida. Esto contrasta con las bacterias que no son motrices y pueden moverse en forma de zigzag o sin dirección.
Tipos de bacterias motiles
Algunas bacterias que utilizan el movimiento flagelar incluyen vibrio, spirillum, klebsiella, pseudomonas, azospirillum y salmonella. Las bacterias que utilizan el movimiento espiroquetal incluyen la borrelia, treponema, leptospira, cristispira y spirochaeta. Algunos ejemplos de las bacterias del deslizamiento incluyen acroonema, alysiella y cianobacteria Oscillatoria.