El granuloma se forma cuando el sistema inmunitario intenta eliminar cuerpos extraños pero no puede hacerlo. Esto resulta en una acumulación de células inmunes llamadas granulocitos, que forman el granuloma. Los macrófagos, o histiocitos, caracterizan un granuloma.
La linfadenitis granulomatosa se clasifica en tres grupos diferentes: cambio de lugar, no en reposo y supurativo. El granuloma en engorde es crónico y se caracteriza por necrosis o muerte celular. El no reposo es crónico, pero no presenta necrosis. El supurativo se caracteriza por un inicio agudo junto con una necrosis. Identificar qué tipo de granuloma está presente es una herramienta de diagnóstico útil, ya que ciertas enfermedades se presentan con tipos particulares de granuloma. En el diagnóstico, la localización de la linfadenitis granulomatosa es tan importante como su tipo. La aparición de granuloma en la cara, los huesos, la cavidad bucal o la piel puede indicar enfermedades como la granulomatosis de Wegener o el granuloma eosinófilo.
El tipo de enfermedad que causa la linfadenitis granulomatosa a menudo se puede analizar mediante una biopsia por aspiración con aguja fina. El fluido obtenido se envía a un laboratorio para su análisis. Las pruebas de laboratorio a menudo no son concluyentes, por lo que la historia del paciente es importante. El granuloma a menudo es causado por patógenos presentes en ambientes particulares o por contacto con ciertos animales. Las micosis, o infecciones por hongos, son causas comunes de granuloma y a menudo se pueden diagnosticar revisando los lugares a los que un paciente ha viajado recientemente.