La fijación de precios psicológicos se refiere a la práctica de usar precios para provocar reacciones emocionales de los clientes. Un ejemplo es mantener un punto de precio artificialmente alto en un artículo de lujo para dar la impresión de una calidad de alta calidad. Por el contrario, los precios de venta pueden ofrecerse en productos básicos para atraer compradores económicos.
Los mercadólogos utilizan precios psicológicos para aumentar las ventas y establecer la marca de un producto. Es la razón por la que la mayoría de los artículos tienen un precio ligeramente inferior a un número redondo, como $ 9.99 en lugar de $ 10.00, ya que las personas perciben que los números impares son mucho más bajos de lo que son. También es la causa principal de los puntos de precio, una estrategia en la que las compañías buscan maximizar la participación de mercado ofreciendo productos a distintos niveles de precios.
La identificación del mercado objetivo es fundamental para desarrollar una estrategia de precios psicológicos. La demografía del mercado influye en las respuestas emocionales a diversos puntos de fijación de precios. Por ejemplo, los consumidores más ricos que se presentan con dos productos similares pueden sentirse inconscientemente más atraídos por el artículo de mayor precio, mientras que los clientes menos adinerados pueden sentirse atraídos por el artículo de menor precio.