Los pepinos de mar expulsan sus órganos internos a través de su ano para distraer y alejar a los depredadores. También evacuan sus órganos de forma estacional, regenerándolos después. Además, algunos pepinos de mar tienen túbulos especiales y pegajosos, parte de su sistema respiratorio, que arrojan a los depredadores.
Los humanos cazan pepinos de mar como fuente de alimento y como condimento. La mayor parte del consumo de pepinos de mar se produce en Asia, con algunas especies en riesgo de extinción por sobrepesca. Su ausencia en algunos hábitats también puede ser extremadamente perjudicial para otras especies marinas. Los pepinos de mar procesan enormes cantidades de sedimentos orgánicos en el fondo del océano, por lo que cumplen un papel fundamental en sus ecosistemas.