La mayoría de los caballos están domesticados, pero la pequeña cantidad de caballos salvajes en los Estados Unidos vive en islas cercanas a la costa este y en 10 estados del oeste, incluidos Oregón, California, Arizona y Nuevo México. 55,000 caballos salvajes viven en unos 34 millones de acres administrados por la Oficina de Administración de Tierras de los Estados Unidos.
El BLM controla las poblaciones de caballos salvajes y burros salvajes en tierras públicas por varios métodos, incluso permitiendo que las personas adopten algunos de los caballos. Los caballos salvajes son difíciles de manejar para los individuos, y los caballos a veces son descuidados o enviados a la matanza. El Humane Society Wildlife Land Trust y otros grupos están trabajando para salvar el hábitat de los caballos salvajes y ayudar a aumentar su número.
Los caballos salvajes, conocidos como mustangs, se reúnen en pequeños rebaños que incluyen típicamente un macho y dos a ocho hembras, junto con potros. Las manadas pastan dentro de un territorio definido y, por lo general, no entran en el territorio de otros caballos, aunque a veces unen fuerzas con otras manadas para disuadir a los depredadores. Tienen un orden social claro, con la manada siguiendo a una yegua líder a salvo cuando se materializa una amenaza. El macho, también conocido como un semental, permanece en el territorio para defender la manada. Los machos resoplan y patean el suelo para levantar polvo en una muestra de agresión.
