¿Por qué los metales conducen el calor?

Los metales conducen el calor porque tienen electrones libres en sus átomos. Cuando un metal está sujeto al calor, los electrones libres se mueven, extendiendo el calor a los átomos más cercanos. El calor se transfiere a través del metal.

La conductividad térmica de un metal depende de tres factores: cuántos electrones libres tiene un metal, qué tan rápido pueden moverse los electrones y qué tan lejos pueden viajar los electrones antes de chocar contra un obstáculo y cambiar su curso.

Un metal tiene una red de átomos, cada uno con una capa externa que contiene electrones que normalmente se disocian del átomo principal antes de viajar a través de la red. El grupo libre y disociado de electrones permite que el metal conduzca calor y corriente eléctrica. Cuando se calienta el metal, o se aplica un voltaje eléctrico, un campo eléctrico dentro del metal dispara el movimiento de los electrones, lo que hace que se desplacen de un extremo al otro extremo del conductor.

Los electrones de metales como el oro, el aluminio, la plata y el cobre pueden atravesar cientos de átomos antes de chocar con obstáculos que les hacen cambiar de rumbo. Esto explica por qué algunos metales son mejores conductores del calor que otros metales. Por ejemplo, en aleación, los electrones solo logran deslizarse a través de unos pocos átomos antes de que se topen con obstáculos.