La extracción con solvente, que también se conoce como extracción líquido-líquido, es un proceso de separación en el que se combinan dos solventes inmiscibles para poder aislar un compuesto o soluto en uno de los solventes. La técnica depende de las diferentes solubilidades de los dos disolventes mezclados.
Dos disolventes inmiscibles se separarán en dos capas, como cuando hay una mezcla de aceite y vinagre. El proceso implica el uso de un recipiente para combinar el solvente B con el solvente A, que contiene un compuesto o soluto C que debe extraerse de él. El recipiente se agita para mezclar los disolventes juntos. Cuando la agitación se detiene, los dos líquidos se separan en dos capas diferentes.
Sin embargo, debido a la diferencia en las solubilidades de los solventes, el compuesto C se transfiere del solvente A al solvente B. De manera similar, los dos solventes tienen densidades diferentes, de modo que la capa líquida inferior es más densa que la capa líquida superior que se forma .
Un aparato llamado embudo de separación se usa para la extracción con solvente. Este proceso se utiliza en diferentes sectores, como las industrias petrolera, farmacéutica y bioquímica.