El defecto trágico de Macbeth es su ambición. Está dispuesto a hacer todo lo necesario para convertirse en rey, y su esposa alienta sus malas acciones.
Cuando comienza el juego, Macbeth es uno de los generales del rey. Conoce a tres brujas que predicen que se convertirá en Thane o Señor de Cawdor, y luego en rey. Las brujas también predicen que los herederos de un colega general, Banquo, serán rey después de él.
Macbeth no cree en la profecía hasta que se llama Thane of Cawdor. Él decide matar al rey actual, Duncan, para ayudar a que la profecía se haga realidad. Macbeth toma el trono, pero cada vez tiene más miedo de que el hijo de Banquo u otro enemigo se lo quite. Él desciende lentamente a la locura. Los temores de Macbeth se hacen realidad cuando un oponente lo mata.