El simbolismo de la daga en "Macbeth" es que representa el sangriento destino de Macbeth, y la visión de Macbeth de esta daga es una de las muchas alucinaciones y visiones que crean un motivo de engaño a lo largo de la obra. Cuando está a punto de asesinar a Duncan, Macbeth nota una daga flotante, todas ensangrentadas y apuntando en dirección a la cámara del rey.
Esta no es la última alucinación que Macbeth ve en la obra. Más tarde, vislumbra al fantasma de Banquo reclinado en una silla en una comida, que sirve como un recordatorio silencioso de que Macbeth había matado a su antiguo amigo. Lady Macbeth también sucumbe a las visiones, ya que comienza a caminar dormida y cree que la sangre ha manchado sus manos tan profundamente que nunca se puede lavar, sin importar cuánta agua use.
Tomando todas estas alucinaciones juntas, está claro que los Macbeths sienten un gran sentimiento de culpa, ya que todas estas visiones los dirigen hacia su propia culpabilidad en la muerte de otros. Esta es una de las obras más violentas de Shakespeare, y aunque la mayoría de los asesinatos tienen lugar fuera del escenario, una diferencia es que los personajes regresan y describen la sangre que ha acompañado estas muertes.