Francesco Redi descubrió que los gusanos no se generan espontáneamente a partir de material no vivo, sino que provienen de los huevos de las moscas. Sus experimentos contribuyeron a refutar la teoría de la generación espontánea.
Redi ayudó a refutar la idea de generación espontánea al realizar experimentos en los que selló un frasco con carne en su interior, colocó una malla sobre un segundo frasco de carne y dejó un tercer frasco abierto. El frasco que se dejó abierto desarrolló gusanos. Se observaron moscas entrando a este frasco y poniendo huevos en la carne. El frasco sellado no contenía gusanos porque no permitía a las moscas acceder a la carne para poner huevos. El frasco con una red sobre él, aunque permitió el acceso aéreo a la carne, no desarrolló gusanos porque las moscas no pudieron entrar.