Durante el invierno, los venados sobreviven en plantas leñosas como robles, sauces y cornejos, cultivos de invierno como el trigo y el trébol y frutas de invierno. los ciervos se preparan para el invierno comiendo bellotas, que son altas en Carbohidratos, durante el otoño.
Al comer plantas leñosas, los ciervos forrajean ramitas, hojas y brotes. Si bien son comunes y resistentes, estos tipos de plantas ofrecen poco valor nutricional para los ciervos.
Los ciervos comen principalmente nueces, bayas, arbustos, ramitas y hojas. Nueces, bayas y arbustos son cruciales para los ciervos. Las poblaciones de ciervos pueden estimarse examinando las plantas para detectar signos de su presencia. Debido a que son comedores preferenciales, las señales de que han comenzado a alimentarse de plantas leñosas a menudo pueden indicar que las fuentes de alimentos se están agotando.
A medida que el año pasa del verano al otoño, sus preferencias cambian. Las plantas pierden su clorofila y se vuelven menos apetitosas, lo que hace que los ciervos busquen bellotas, nueces y nogales.
A pesar de sus dietas limitadas, los humanos no deben alimentar a los ciervos durante el invierno. Los ciervos pasan lentamente de una dieta a otra y, a veces, no pueden pasar de una dieta de nueces y ramitas a granos y heno porque no pueden digerir los nutrientes. Durante el invierno, los ciervos compensan la disminución de la ingesta de calorías al depender en gran medida de la grasa almacenada. Los ciervos sanos pueden perder hasta el 20 por ciento de su grasa corporal de manera segura.
