Las jirafas comen capullos y hojas de la vegetación. Se alimentan de árboles, arbustos y arbustos, y ocasionalmente comen pasto. La composición exacta de su dieta varía con su entorno inmediato y la temporada; sin embargo, todas las jirafas son herbívoros, y dependen completamente de las plantas como alimento.
Las jirafas usan sus fuertes lenguas para arrancar hojas, brotes, flores y brotes de la vegetación. Además, sus bocas son bastante ásperas, por lo que incluso pueden comer plantas espinosas. Debido a sus largos cuellos, tienen acceso a una amplia gama de plantas, lo que garantiza que tengan acceso a una dieta abundante.
Debido a su gran tamaño, las jirafas requieren grandes cantidades de alimentos todos los días. A veces gastan más del 75 por ciento de sus pastos diarios, especialmente en la estación seca. Un adulto sano consumirá alrededor de 66 libras de comida cuando esté disponible, aunque sobreviven con mucho menos cuando el forrajeo es difícil.
Aunque sus hábitos alimenticios requieren un forraje constante, sus requerimientos de agua son mucho más modestos. Como los camellos, las jirafas pueden sobrevivir largos tramos sin beber. Cuando tienen acceso a fuentes de agua, beben abundantemente, consumiendo un promedio de 2 galones de agua por semana. Sin embargo, debido a que su hábitat no siempre tiene fuentes de agua confiables, sus episodios de consumo de alcohol a veces están bastante separados.