Una elevación en la ALT (alanina aminotransferasa) está relacionada con varias afecciones hepáticas, mononucleosis, pancreatitis, exceso de hierro en la sangre y medicamentos tóxicos, según Healthline. Las pruebas de niveles de ALT pueden ayudar a los médicos a diagnosticar y vigilar la enfermedad hepática y determinar si un tratamiento está funcionando.
Las pruebas de sangre de rutina también pueden indicar un ALT elevado, según la Clínica Mayo. Muchas veces, la ALT alta es temporal y solo un poco más alta de lo normal. La ALT elevada no indica necesariamente una condición crónica del hígado.
La ALT es una enzima producida en el hígado que ayuda a descomponer las proteínas, dice Healthline. Cuando el hígado no funciona correctamente, se libera más ALT en el torrente sanguíneo, lo que provoca un aumento del nivel.
Un nivel normal de ALT suele ser de 7 a 55 litros por unidad, pero factores como la edad y el género pueden afectar lo que se considera normal, según lo señala Healthline. Los pacientes deben discutir su prueba de ALT con su médico para saber si el nivel es alto en su caso particular.
La prueba de ALT no es una prueba definitiva para la enfermedad hepática, afirma Healthline. Algunos pacientes con enfermedad hepática grave tienen niveles normales de ALT. La prueba tampoco puede determinar la cantidad de daño hepático presente o la gravedad de la enfermedad hepática.