Un útero grueso, o hiperplasia endometrial, se produce cuando el cuerpo de una mujer produce demasiado estrógeno y no tiene suficiente progesterona, según el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos. La progesterona es una hormona que ayuda al útero a prepararse para el embarazo.
Si una mujer no ovula, no produce progesterona, explica el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos. Debido a esto, el revestimiento de su útero no se desprende como lo haría normalmente sino que continúa acumulándose. Las células en la pared uterina no solo se acumulan sino que pueden volverse anormales. Para algunas mujeres, esto aumenta el riesgo de cáncer.
La hiperplasia endometrial ocurre con mayor frecuencia después de que una mujer deja de menstruar o en ese período antes de la menopausia llamada perimenopause, informa el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos. Una mujer no ovula después de la menopausia y durante la perimenopausia y puede ovular solo de manera intermitente en lugar de una vez al mes. La hiperplasia endometrial también es un riesgo para una mujer que toma un medicamento que se comporta como el estrógeno en su cuerpo o que tiene síndrome de ovario poliquístico. También ocurre en mujeres que no se han realizado una histerectomía pero que toman estrógeno en dosis altas, en mujeres obesas o en mujeres infértiles.
Las mujeres que tienen mayor riesgo de hiperplasia endometrial son caucásicas, mayores de 35 años, comenzaron a menstruar a una edad temprana y dejaron de menstruar a una edad posterior, explica el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos. Fumar y tener antecedentes familiares de cáncer de colon o cáncer reproductivo también son factores de riesgo.