Los niveles elevados de nitrógeno ureico en sangre y creatinina se asocian con una función renal alterada, afirma el Laboratorio Médico Regional. La glucosa en la sangre superior a 200 miligramos por decilitro indica diabetes, informa Life Options del Medical Education Institute. La diabetes y la función renal deficiente están relacionadas, señala la National Kidney Foundation.
La diabetes posiblemente afecte los riñones de manera adversa, según la National Kidney Foundation. La diabetes lesiona los pequeños vasos sanguíneos en el cuerpo. Estas lesiones pueden evitar que los riñones limpien la sangre a medida que circula por todo el cuerpo. Dos formas de desechos eliminados de la sangre por los riñones son el nitrógeno ureico en sangre y la creatinina. La creatinina es un compuesto resultante de la descomposición del músculo. La urea es un producto de desecho rico en nitrógeno y se produce durante el metabolismo o cuando el cuerpo descompone las proteínas.
Los niveles altos de creatinina y nitrógeno ureico en sangre son ocasionalmente el resultado de la deshidratación. El sangrado excesivo también puede elevar el nitrógeno ureico en la sangre, mientras que el daño muscular causado por un trauma puede aumentar la creatinina, dice el Centro Médico Regional.
Tanto la diabetes tipo 1 como la tipo 2 pueden potencialmente causar daño renal, informa la National Kidney Foundation. El tipo 1, inicio juvenil, denota una incapacidad del páncreas para producir suficiente insulina. El treinta por ciento de las personas con diabetes tipo 1 desarrollan enfermedad renal. El tipo 2, de inicio en la edad adulta, es la incapacidad del cuerpo para usar la insulina producida por el páncreas. Es probable que entre el 10 y el 40 por ciento de los individuos en este grupo desarrollen enfermedad renal.