Algunas causas de contaminación radiactiva incluyen plantas de energía nuclear, fábricas de energía, minería, eliminación inadecuada de desechos, pruebas nucleares, terrorismo y otras actividades humanas. La contaminación radiactiva puede ingresar al medio ambiente por el agua, el aire y el suelo contaminación. Independientemente de su origen, la contaminación radiactiva es particularmente peligrosa para los animales y el medio ambiente.
Los residuos radiactivos producen una contaminación sustancial y alteran el delicado equilibrio ambiental que es necesario para mantener formas de vida saludables. Durante la lluvia, los elementos radiactivos se liberan y circulan libremente en la atmósfera. La contaminación radioactiva puede devastar el hábitat natural de cualquier ambiente en la Tierra. La exposición a la contaminación radiactiva es altamente contaminante y tiene consecuencias de larga data sobre la salud de los seres vivos. Las sustancias radiactivas pueden entrar en contacto con un objeto vivo o una superficie para contaminarlo.
La contaminación radiactiva es extremadamente peligrosa tanto en niveles bajos como altos, y las sustancias se pueden absorber a través de la piel o una abrasión. Las víctimas de contaminación radiactiva también pueden contaminar a otros con sus fluidos corporales o polvo radiactivo que se transfiere de la ropa. Los desechos radioactivos son tóxicos y causan trastornos de la piel, pérdida de cabello, cáncer, problemas de salud mental e incluso la muerte. Algunas grandes empresas, laboratorios de investigación científica e instalaciones militares también son responsables del vertido de residuos nucleares en zonas prohibidas.